Sé que eres tú quien cambia
las señales de tráfico
por las noches.
Te amo por ello
y
te respeto.
Sé
que juegas
a los
laberintos con las calles
y que te escondes
de tu sombra
y
huyes
de todos los alientos
de la madrugada.
Y te amo
y te respeto
por ello.
Te despiertas, cada día, a mi
lado
y disimulas
la cacería nocturna
y pides café y
tostadas
como quien dice "no puedo
vivir sin ti".
Por
ello
te amo
y te respeto.
Te amo y te respeto y te
sigo
a hurtadillas
por el laberinto.
Y me estampo en las
esquinas,
para ver
tu risa
divertida y
malévola,
y
me adentro
en el laberinto
y doy vueltas
y
vueltas
hasta que tú,
haciendo
como que no sabes
nada,
envías
a dos pequeñas tortugas
a rescatarme.
Me duermo solo para esperar
tu
despertar, cada día, a mi lado,
tus ojos pidiendo
café y
tostadas
como quien dice “no podrías
vivir sin mi”.
Te amo
por ello y te
respeto,
y preparo café
y disimulo.