Poética

no quiero escribir un poema suave como el terciopelo azul,
no quiero versos que suenen como italicos eunucos,
sera como tus uñas deslizandose lentas sobre el encerado,
oleran mis versos a heces de coca y a moro muerto hinchado sobre la acequia,
nunca a rosas, flor de almendro de nata, rincon humedo de noche estival,
no deseo un poema con sabor a fresas y nata sobre tu tripa tersa
ni ver un verso azul de nube simpson, cielo imposible tanta belleza,
quiero que vomites sin remedio al saborear ese verso podrido siete dias,
que tus ojos sean apuñalados por una luz nuclear y japonesa y sumidos para siempre
en la eterna oscuridad

Es fin de semana
vengo del bar
de tomarme unas cervezas
como cualquiera
y saco al perro
al jardín,
como cualquiera
jugamos
y reímos
y nos revolcamos
por el césped húmedo
y tu vas
y me ofendes
ahí, rebuscando
en la basura,
y me jodes el día
y el fin de semana.

Cae el sol
sin haberse levantado,
abatido
por una canción
abatidora
entre acordes
imposibles
de afinar
en castellano.

Casi apetece
ponerse el chandal
de yonqui,
coger una botella
de agua mineral
y salir a pasear
con la mirada
perdida
bajo farolas
imaginarias.

Al fin
una frase
nos devuelve
a la mañana
soleada y fresca
“tu no saps com em fas sentir”.

Haremos el amor
bajo la atenta mirada
del gos y de las avestruces,
comeremos migas
en el campo,
dejaremos atrás
todas las canciones
abatidoras.

La endopoesía
y sus cosas.

Quiero escribir
un poema alegre.
Escucho Palabras para Julia
y quiero escribir
algo alegre.


Pero tengo que ducharme y vestirme
para ir
a una despedida
de soltero,
a la que verdaderamente
quiero ir.

Ahora sabemos
que somos capaces de tener
el alma de papparazi
y el corazón
de poeta,
así que no es de extrañar
que echemos a navegar
nuestros bajeles piratas
a inacabables
chupitos de burbon
o a frescas y blancas palomas estivales
y cartageneras,

porque a pesar
de cambiar las vacas
por avestruces
seguiremos siendo
puñeteros pastores
del siglo XXI,
absurdos adornos necesarios
en la barra de un bar
que se precie.

Corazones
de poetas
como frutos secos
del país,
tiernos
y misteriosos
como la querida Kokoro.
Almas
un poco sucias
por el tiempo
y corazones
de navegantes piratas
y pastores disfrazados
de lobos disfrazados
de avestruces disfrazadas
de pastores disfrazados
de lo que tu quieras
mi amor

y otra ronda
y otra canÇo.

DE AVESTRUCES Y GAROTAS II

El mar era un plato de sopa tibia
aquel día.

Nada hacia presagiar.
¡ Puto Neptuno !

La lamina se rompió
de repente
y en una explosión de cristales
apareció el enorme glande
del submarino nuclear.

Por un instante
el tiempo
se paro.
El silencio
FUE.

Y aquello
volvió a caer,
y cayeron
los cristales
y cayeron
los acordes
en estruendo inabarcable.
Y una ola inexorable
elevo nuestro barquito
de papel de cuadros
mimosamente construido
para la ocasión.

Vomitamos,
todos por estribor
porque nuestro barquito
de papel de cuadros
solo tenía estribor.

Abrimos los ojos
como platos
sujetamos las cañas
estúpidamente.
Mirábamos al submarino
que se balanceaba
en el silencio repentino
con su hoz
y su martillo
y su enorme estrella roja.

Oímos el gruñir
de resortes y tornillos

y con un ligero chapoteo
se alzo la escotilla.

Un segundo
dos segundos
tres
cuatro
cinco segundos
y apareció
su pequeña cabeza
y su largo cuello.

El avestruz
llevaba una gorra de plato exagerada
y nos miraba.

Y nos miro,
fijamente
como siempre hacen,
serio y duro
bajo su gorra exagerada.

Comenzó a hablar solemne
como hacen las avestruces
de su posición,
midiendo
los silencios,
abriendo sus enormes ojos sin fondo,
mirando
a través
de nuestras almas de papel
de cuadros:

.-”tres cosas
hay en la vida,
Salud,
dinero
y amor”,

carraspeo
y agravo la voz:

.-” Buscábamos
garotas del ampurda,
¡Ulises,
el idiota,
nos dio este rumbo equivocado,
y aparecemos en una mierda de mar pintado!
¡con gente pintada
en un barquito pintado
que solo tiene un lado!”

Supimos,
entonces,
de repente
lo que siempre
habíamos sabido.

¿cómo sentir tanto dolor
si no teníamos corazón?.

Las horas siguientes
fueron un loco ir
y venir
de avestruces sobre el casco
del enorme pene flotador.

Nosotros
no hicimos nada
no podíamos
hacer nada.

Miramos
sujetando las cañas
como los estúpidos dibujos
que eramos.
Yo me fui
desinflando
poco a poco
entre la angustia mas terrible
jamas imaginada,
entre un dolor
sin nombre
con olor
a sal
y algas.

Y fue
la nada.

niños de Fukushima II

No hay nada ya
a la vista,

la sal

no hace mas daño en los ojos
que la certeza
de transitar muerto
por el océano.
zombis nos llaman,
zombis pataleantes

como sueños de Kafka.

¿dónde quedó el coraje

para hacerse yonki

y estar más cerca?

DESIG I

Hoy me apetece
ponerme esa levita que no tengo,
no sé si sombrero de copa
o bombin,
y salir
a beber y beber
hasta poder
escribir bellos poemas
meando en el asfalto.

Me vendría muy bien
ver esas avestruces montadas
por exóticas bailarinas
embutidas en redes
como si fuesen
sirenas pescadas
en las playas del Mar Menor
o en la balsa del tío José.

Hoy estaría bien
que alguien arrancase
esos alambres quirúrgicos
que no sé porque atraviesan mi pecho
y mi abdomen
y que nadie parece ver.

Un abrazo para combatir el miedo
un amigo desconocido
al que gritarle
que me explique
que cojones esta pasando,
por qué el mundo
huele a comida de gato
y por qué eso me angustia tanto.

Sé que la respuesta
esta en la estúpida mirada vacía
de las avestruces,
los mejores pájaros del mundo,
los mejores compañeros de viaje.

Hoy necesitaría avestruces para conversar en silencio
y garotas para ponerme
en los sobacos.

niños de Fukushima I

el ataúd negro flota en el mar
saltan los delfines
cohorte de payasos
que no creen en nada
a lo lejos
un amanecer radioactivo
juega a dios
con tus genes moribundos

SANTOS INOCENTES

Hoy veremos
morir a todos los poetas,
veremos por fin cerrar
todas esas bocas pedantes
que los niños rellenaran
de servilletas
de bar.
Se acabaran las putas metáforas
que nadie jamas
pudo entender
ni aguantar.
Las miradas estúpidas de poeta idiota.
Morirán los poetas lánguidos
y los que se afeitan la cabeza
y se mesan las barbas.
Morirán, ahogados en vomito, los poetas malditos
envenenados,
al besar rosas envenenadas,
los poetas babosos,
y degolladas por viejos vinilos
las micropoetisas.

La gente podra respirar,
salir a pasear
recuperar las palabras
y los besos,
llamar a las cosas por su nombre,
decir "te quiero" en lugar de "te amo"
y follar si quieren
sin dar explicaciones esteticas.

A mi me llaman Judas, os quiero a todos
y salgo ahora mismo
a pasear al perro, que quiere cagarse
en medio mundo
y mearse
en el otro medio.

La única revolución posible ya
esta en mis palabras.
La única revolución posible ya
esta en tu mirada.


Ya la única posibilidad
esta en las palabras
y en las miradas.


La única revolución posible
esta en la poesía.

Y aunque estoy solo
sé que estas ahí,
y que sin ti
la soledad es enorme
como la nada
y mortal
como el no nacer.


Sé
que tu estas sola
y que sabes
que yo estoy ahí.


Ahora puedo
robarle frases a Manel
y decir
I sembla tan clar que ens equivoquem com que ho anem a fer!
Porque sé
que siempre me cuidaras
en mi soledad,
que siempre te cuidare
en tu soledad
de esa forma torpe
y al filo
de la razón
en que lo hacemos:
Ai, Verge Santa del Roser, volem el just per viure bé!