domingo, 30 de diciembre de 2018

Sin Título


Tu y yo Pietà solitaria
en la madrugada,

haciendote silencio a cada exhalacion
a cada
parpadeo, tu y yo y el miedo, tu y yo y el miedo y
el dolor
y todos los fantasmas
y todas las palabras dichas
y todas las palabras calladas,
haciendote silencio
en el silencio frio de la madrugada.
El frio cortandonos
en mil trocitos
de papel perdido en los tiempos.
La impotencia de no poder hacer regresar
los nombres, los sustantivos,
de ver como te haces silencio viajando rapida del verbo a la interjección.
Estupida Pietà de madrugada, estupido azar.

Despues
los ruidos alrededor, los metales, las sirenas,
los dioses de las mascaras verdes,
las palabras-caricia de los amados,
de los buenos imprescindibles.
El silencio mutando
en lagrimas silenciosas, mutando
en verbo transitivo, en besos conjuntivos.
Verbo con goteros, verbo de nuevo.

(Tanatos guiña un ojo
y sonrie
desde el fondo de un pasillo
de silencio.)

domingo, 18 de noviembre de 2018


Pero sucede que los monstruos
no se olvidan
por mas que mire hacia otro lado,
sucede que los monstruos
son reales
y feos esta vez,
y ya no acechan tras las puertas en forma de volutas de humo blanco,
están ahí, delante, plantados, silenciosos, quietos, mirando
de frente
con los ojos abiertos,
muy abiertos,
con las garras afiladas, mas afiladas
que nunca.

No es
como lo esperabas,
no es el susto fácil
de las películas fáciles.
El miedo es como un funcionario de hacienda
con sus notificaciones
frías
e inevitables,
tiene cara el miedo
de primo lejano,
de tipo normal tomando una cerveza
en una terraza cualquiera.
No es como lo esperabas
y quizás por eso
es mas cruel y mas injusto y helado e incontestable.

Los monstruos miran, solo miran
y los ojos
se hacen lágrimas
de niño perdido en la playa un domingo de agosto,
los músculos carne blanda apenas sujeta por pequeños alambres
y la razón que siempre fue la única guía posible
se vuelve mentira incapaz
de dar consuelo.

domingo, 4 de noviembre de 2018

checkout


Te diriges,
con el ultimo checkout
de la semana,
a la sala
de servidores.
  • Lucecitas rojas                 OK
  • Lucecitas verdes               OK
  • Lucecitas naranjas           OK
Media hora,
solo
media hora, imploras,
sin que salte ninguna alarma estúpida,
  • Switch principal               OK
  • Sistemas redundantes      OK
  • Aire acondicionado          OK
  • Grado de humedad           OK
Media hora para irte
a consumir
el tiempo de ocio asignado
con orden y eficacia
como un buen proletario del siglo XXI.
(
  • Bici de montaña               OK
  • Patines                              OK
  • Lista centro comercial     OK
  • Evento a favor de             OK
  • Evento en contra de         OK
)
Haces
como que no escuchas
ese ventilador que no debería
estar girando:
  • Ventiladores bastidor       OK
  • Ventiladores secundarios OK
  • Ventiladores absurdos      OK
Media hora,
tan solo media hora
sin que algo empiece
a pitar,
sin que algo empiece a parpadear
sin que algo empiece
a continuar
jodiendo
esta mierda de vida tan maravillosa
que te han construido.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Boceto

Fe,
fe que mueve montañas como por arte de dinamita,
que arranca lágrimas a los niños y sala los mares,
fe para cegar
las miradas
más limpias, para romper
inocencias
tras confesionarios oscuros,
para barrer vidas
a golpe de volante alquilado, a tajo de cuchillo desorientado, a tiro de kalasnikov barato.
Fe que te pone contra la razón,
contra
la pared, frente
a la espada, que convierte
la bondad
en deuda inabarcable, que transforma en mentira
la vida y la muerte
en farsa.

boceto de poema de domingo de agosto


calor y moscas
y lluvia de agosto y gatitos
que huelen a cadáver de septiembre.
calor y moscas hambrientas,
demasiado hambrientas como para esperar
hasta septiembre.
lluvia de agosto y cadáveres futuros
cantando
en
los
pinos.
cadáveres vivos y calor
de agosto y lluvia redentora.
cadáveres muertos escupidos
por las olas
alimentadas por las lágrimas
absurdas
de una niña yemení
que nunca sabrá
de Felipe
que nunca sabrá de La Sangre Por Las Calles De París
Por Las Calles De Barcelona
Por
Las Calles
De Londres
Por Las
Calles De Madrid.
que nunca sabrá de La Sangre Por Las Calles.
gatitos cadáveres anunciados
y moscas-buitres apresuradas
y días borrados ya
y días futuros muertos para mayor fortuna
de los jefes.
números en las mesas de negociaciones
números falsos
porque no son números,
así
los negociadores una suerte de manteros de cuello blanco,
de contadores de cromos-cadaveres.
calor y moscas y tiempo muerto
putas moscas mordedoras
¡esperad hasta septiembre!
bailemos entre tanto los cadáveres
el vals del esqueleto
dancemos los cadáveres
y saquemos la lengua a la vida, ese pic-nic al que nadie
nos invitó porque ¡nacimos para morir!
para vivir muriendo
como gatitos cadáveres anunciados
como
niñas yemeníes, sirias, norteamericanas, españolas,
como niñas asustadas
ante sus madres quietas, ensangrentadas,
como números falsos
como días inexistentes en horario de trabajo.
¡ bailemos cadáveres, buitres, calor, bailemos moscas, bailemos Por Las Calles De La Vida !
(que los cuellos blancos no se percaten)

Boceto

llorar sílabas tristes
por las esquinas
del dolor crónico.
dejar
caer
pequeñas lágrimas cursivas
sobre
el mantel de cuadros
torpemente extendido
a unos metros
de la cuneta.
destintarse poco a poco
en la bañera,
hacerse prosa inevitable,
prosa previsible,
prosa cada día menos poética,
prosa prosaica
en los caminos
de la riqueza ajena.
llorar lágrimas de tipo fijo
sobre informes
de
rendimiento
pensando por un breve instante
en las avestruces
tan lejanas
a
veces,
tan necesarias siempre para no dejar
de ser
verso enamorado, verso oscuro,
verso
blanco,
siempre verso
a tus ojos, a tus manos, a tus sueños,
nunca prosa
en tu cama, en tu camino.
llorar por las esquinas
sílabas en cursivas
y esperarte como ellas a la sinéresis salvadora.

Boceto

Conozco palabras que ni imaginas,
palabras
que no pueden pronunciarse
sin romperse antes
la mandíbula
contra el casco de un policía
malhumorado,
sin dejar clavados los dientes
en las nalgas tersas y breves
del amor sereno,
que no pueden
ser escritas
sin el semen urgente del final
del verano,
sin la sal de las lágrimas
frente al cuerpo putrefacto
del último niño de la playa.
Conozco autores
que nunca estarán
en tus gruesos libros
del siglo XX
ni en Google,
ni en el centro okupa más decadente.
Pero solo preciso
lo que ocupa un tweet
para pedirte
que abras las ventanas
y dejes entrar el tiempo
en esa tumba en la que vives.

jueves, 9 de agosto de 2018

boceto

Por supuesto cariño,
siempre estaré más cerca
del magnicida,
sólo soy
una persona de bien,
un anarquista
normal
y corriente
que se caga cada día
en el pecado original
y en Dios por inventar
el poder
a partir de la mentira,
(porque cariño
lo de la manzana
fue la mentira primigenia)
Como persona de bien
siempre sonreire
al imaginar coronas rodando
mientras bailan las avestruces.
Cariño lo siento
entiendo
perfectamente
lo del bien
y el mal.

martes, 24 de julio de 2018

boceto

Mi nombre es Otoño,
a diario me deshojo de mis hojas, me despojo
de lo muerto y de lo moribundo.
Mi nombre es
Desierto y me habito de nocturnas sierpes, escorpiones ponzoñosos y milenarios
cocodrilos subterráneos.
La primavera
es un momento apenas
en mi geografía, el impulso hacia un estío glacial pleno
de muerte en vida.
Cactus, piel seca, lágrimas utilitarias,
la zona neutra donde nada es seguro, pero nada está muerto.
También, si, mi amor, mi nombre es Ola.

domingo, 8 de julio de 2018


Procrastinando lo improcrastinable,
sentado
con el ademán perdido en la mirada del avestruz,
sin cuerpo para Nerudas
sin cuerpo
para poetas.

Con el ademán
de quien espera, por esperar, que una tormenta arrase el mundo conocido
y no tener invitación para subir a arca alguna.

Sentado mirando mas haya de la pared
viendo, sin ver, pasar los cisnes por el lago
del cuadro inexistente
con su anacrónico estar, con su ser real
y su deseo de ser.

Angostado
como ese laurel
que no sobrevivió al invierno en la maceta,
angostado
como cualquier planta utilitaria a medio día.

Contemplando a Tara
acurrucada en un rincón
esperando
como siempre
al próximo minuto.

El pingüino me impele a tomar una decisión,
no hay opción,
no hay opción,
procrastinare porque si,
seguiré
procrastinando un rato mas y después

ya veré.

sábado, 30 de junio de 2018


Cruzar La Mercé despacio,
a la izquierda
los flamencos, a la derecha los pingüinos,
(dos avestruces unos metros mas atrás parloteando, haciendo
como que no saben
quienes somos)

Al llegar al jardín los pingüinos se aprestan a espantar a las palomas,
un flamenco corretea hasta el pipican, abre las puertas y entre graznidos y aletazos
desaloja a los humanos.

Tenderé para ti la manta sobre el césped
bajo la sombra de los pinos
y brindaremos con cerveza bien fría
mientras preparan
el espectáculo.

Tras media hora de danzantes avestruces
desplegaremos la pancarta:
                                              ¡ NO QUEREMOS CISNES !

martes, 26 de junio de 2018

Hielo picado sobre el asfalto,
un mantel de cuadros,
una niña con sonrisa de delfín
reparte naipes marcados
a un grupo de banqueros
que nunca rompieron un plato.
el silencio solo arañado
por el insoportable croar eterno
de unas ranas
que jamás serán príncipes
por más empeño
que le pongan.
Una tarde cualquiera
en un pueblo cualquiera.
un poeta sacándose corbatas multicolores
de la boca
y del culo.
Un picnic de sábado
en un pueblo cualquiera
con los amigos de siempre.
Mis queridos pingüinos llegan portando rosas
y me redimen de los impuros
pensamientos asesinos.
.- Baila con nosotros
el rondó del parricida,
baila y olvida

a los erizos que nunca
creyeron en ti
como nosotros creemos.

Me redimen mis amados pingüinos
del instinto asesino
del instinto humano, demasiado humano.
Puedo mirarles danzar durante horas,
derviches de ultramar,
pero al final
las garotas, sus púas, su eterno saber mediterráneo.
Al final
el instinto
siempre equivocado.

sábado, 23 de junio de 2018

Desesperanza

La garganta helada
sin espacio siquiera para gallos
pequeños.
no se ven ya, lejano amigo,
bellas señoritas
con pequeños cocodrilos en el hombro,
igual
que no danzan
mis avestruces del Ampurda
frente a los bobos municipales
que recorren las calles
sin saber porqué.
La garganta helada en pleno
verano
sin posibilidad
de huir
del corral eterno,
plena de gritos helados
plena de versos helados
de versos de tuttifruti helados.
Las garotas
entretanto esperan agazapadas
bajo las espinas sagradas.

domingo, 17 de junio de 2018

Bocetos

Prosa de 8 a 6:30
prosa fría solo rota
de cuanto en cuanto
por el recuerdo
de un verso recurrente:
tu mirada que me salva
de las palabras
ordenadas.


************************


Esto es solo
un alquiler por horas.
la diaria prostitución

a un cliente ansioso y voraz,
solo
un préstamo
que se come parte de la vida.
solo el alquiler repetido
día tras día.

A las tres
regresa
la humanidad.


************************

A cambio de menos.
siempre
es así el juego.
La libertad

a cambio
de unos billetes,
nunca suficientes
porque nunca
es un cambio justo.


************************

Las mismas noticias,
las mismas caras en el bar,
el mismo café,
el mismo día
por delante.
El eterno retorno de la alienación.
 

sábado, 14 de abril de 2018

agradecimiento


He visto morir
muchos versos,
he sujetado
con ternura
sus signos
de
puntuación
mientras
se les iba el ultimo acento,
he acariciado
sus tildes como una madre;
mis ojos
se han llenado de penas agudas
muchas veces.

Pero los versos
siempre se reencarnan
en nuevas cordadas de silabas esclavas,
en nuevos collares de perlas negras o de bisutería china,
en nuevos bailes
de presumidas avestruces dada,
incluso en nuevos estúpidos cisnes
de esdrújulas caducadas.

Se reencarnan los versos siempre
en nuevos fuegos,
purificadores o fatuos.

He ayudado a morir
a muchos versos viejos y cansados
que habían ya contado
todas
sus historias,
que habían ya agotado
todas sus metáforas,
que se les soltaban las sinéresis
y se les olvidaba el símbolo;
que no pertenecían, ya, a este tiempo
y exigían su descanso lejos del papel áspero y amarillo.

He sufrido
la muerte injusta de los versos
más jóvenes,
de los mas atrevidos, de los mas inconscientes,de los mas
prometedores, los que iban a ser
mecha de la revolución definitiva,
cayendo leves al suelo,
si, por supuesto:
                      como hojas
                        de
                           otoño adelantado.

Y todos ellos,
los torcidos, los amables,
los versos enamorados y los versos
caídos, los secretos
y los versos clandestinos,
todos ellos,
los versos vivos, los versos muertos
y los que habitan el limbo de las rimas,
los robados y
los falsos,
todos ellos, digo,
me han dado siempre, generosos:
la vida.

domingo, 25 de febrero de 2018

Sin titulo


Las luces irritantes del cable-modem
me unen bruscamente a la realidad,
me recuerdan en su titilar
que son ellas las que transportan
la música renacentista hasta mis oídos
que son ellas
mi ultimo cordón umbilical
con la realidad
y que la realidad es
una cosa pequeña y falsa y fea,
como siempre.
Que no hay equilibristas locos habitando interminables playas
al final de la fibra óptica
y que no se puede comer
el pan
de la pantalla.
El inútil baile frenético de las luces
se apresura a recordarme
que los juglares
van a la cárcel
si alzan su voz contra los sátrapas
de la otra realidad,
que las arañas gubernamentales rastrean las redes
en busca de algún verso
de mal gusto amparadas en la lucha antiterrorista,
sea eso
lo que sea en estos tiempos del fin del tiempo.

Me dicen las luces esta mañana, entre el sonido
de los laudes,
que me esta prohibido odiar
y que me esta prohibido decir que odio
si es,
por ejemplo,
a su majestad.

Pero yo cierro los ojos un momento
y veo
titiriteros
haciendo el loco
por las calles, saltimbanquis de coloridos ropajes
riéndose
de todas
las majestades,
sacando la lengua
a los estreñidos señores serios y haciendo
pedorretas
a princesas, alcaldesas y a ignorantes “portavozas”.

Cierro los ojos y sé
que puedo odiar
igual que puedo amar,
que ninguna moral me puede ser impuesta
desde ningún parlamento absurdo.
Sonrío y odio tranquilamente
y veo mis pezuñas reflejadas
en el rio.
Escondo el cable-modem
detrás
de un mueble
y la habitación se llena
de odiosas hadas aladas, de enanos deformes y simpáticos,
de luz solar
y griega.

Me voy a la calle; a violar estúpidas ninfas indefensas sin preocuparme
de sus apellidos.

domingo, 18 de febrero de 2018

Domingo XVIII


Es difícil escribir
escuchando a Patti Smith,
difícil
e innecesario.
Y aquí estamos
entonces
pensando
poéticas nuevas validas
para los próximos cinco minutos,
pensando poéticas con fecha
de caducidad
poéticas
heraclitianas, lácteas, falsas antes y después
de ser expresadas.

Aquí estamos, entonces, porque es imposible escribir escuchando
a Patti Smith,
pensando ¿por qué nunca
pones citas
a tus poemas?
¿por qué
nunca
nombras los nombres
de los otros? ¿por qué
no te gustan los títulos?

Te ves por un momento
en el planeta Salmonela, te ves
desnudo, te ves
cabeza de horrendo unicornio manso.

Espera, pues, la vuelta segura del tiempo, espera el tacto de la púa de erizo en los labios,
espera el regreso de lo ido, la suave caricia de las plumas
de un avestruz coqueto,
                                     espera, espera,
                                                             espera.

Al fin
también puedes romper
con todos tus principios, cruzar todas las lineas rojas, olvidar todo lo inolvidable, coger el mando,
buscar:
Slade – Mama Weer All Crazy Now (1972)
volver
al refugio seguro
de la infancia.