domingo, 18 de febrero de 2018

Domingo XVIII


Es difícil escribir
escuchando a Patti Smith,
difícil
e innecesario.
Y aquí estamos
entonces
pensando
poéticas nuevas validas
para los próximos cinco minutos,
pensando poéticas con fecha
de caducidad
poéticas
heraclitianas, lácteas, falsas antes y después
de ser expresadas.

Aquí estamos, entonces, porque es imposible escribir escuchando
a Patti Smith,
pensando ¿por qué nunca
pones citas
a tus poemas?
¿por qué
nunca
nombras los nombres
de los otros? ¿por qué
no te gustan los títulos?

Te ves por un momento
en el planeta Salmonela, te ves
desnudo, te ves
cabeza de horrendo unicornio manso.

Espera, pues, la vuelta segura del tiempo, espera el tacto de la púa de erizo en los labios,
espera el regreso de lo ido, la suave caricia de las plumas
de un avestruz coqueto,
                                     espera, espera,
                                                             espera.

Al fin
también puedes romper
con todos tus principios, cruzar todas las lineas rojas, olvidar todo lo inolvidable, coger el mando,
buscar:
Slade – Mama Weer All Crazy Now (1972)
volver
al refugio seguro
de la infancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario